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Mater Christi, Meditaciones Diarias | por Emilio Castrillón Hernández

  • Meditación del día:

Buenos días.

El Santoral nos recuerda la figura de San Carlos de Foucauld, que nace en Estrasburgo (Francia) el 15 de septiembre de 1858. Huérfano a los seis años, su hermana y él son criados por su abuelo. Estudió con los jesuitas en Nancy y Paris (1872-1875). Entro en la academia militar en 1876. En 1880 fue enviado como oficial a Setif, Argelia. En 1881 fue despedido por mala conducta.

En 1886 tuvo una profunda experiencia de conversión. La vida entre los seguidores del Islam le hizo pensar: Esta gente se toma muy en serio su religión, él, por el contrario, había vivido derrochando dinero y aventurando. Comenzó a rezar: "Señor, si existes, que yo te conozca".  Un amigo lo dirigió al Padre Huvelin. Cuando Carlos explicó que no era creyente, el sacerdote simplemente le ordenó a confesarse. Carlos obedeció y salió del confesionario un hombre nuevo. "Tan pronto como creí que había un Dios, comprendí que no podía hacer otra cosa sino vivir para El; mi vocación religiosa es del mismo momento que mi fe: Dios es tan grande".
Desde entonces optó por una vida muy sencilla, durmiendo en el suelo y orando diariamente por horas. Fue de peregrino a Tierra Santa, Nov. 1888-Feb 1889. El resto del 1889 lo pasó en retiros espirituales.

Después de ser monje trapense durante seis años, sus pensamientos estaban con los pueblos del África que no conocían a Cristo. Se fue a pie de peregrino a Tierra Santa y después volvió a Francia para estudiar para el sacerdocio. Fue ordenado en Viviers el 9 de junio de 1901. A fines de ese año se fue a vivir a la región de Oran Sur, cerca de Marruecos, para establecer una orden para evangelizar a Marruecos.

En 1902 comenzó a comprar esclavos para liberarlos. En 1904 se dedicó a la evangelización de los Tauregs, tribu nómada. Tradujo los Evangelios al taureg y en noviembre, 1908 tradujo poesía taureg al francés. Escribió varios libros sobre los tauregs, en particular una gramática y un diccionario francés-tuareg, tuareg-francés. Se estableció en el corazón del desierto del Sahara, en Tamanrasset (Hoggar, Argelia).

El 1 de diciembre de 1916, a la edad de 58 años, Carlos de Foucauld muere por un disparo de fusil en medio de una revuelta anti-francesa de los bereberes de Hoggar. Muere víctima de los que decían que su bondad producía sentimientos amistosos hacia los franceses.Escribió: "Cuando se sale diciendo que se va a hacer algo, no se debe regresar sin haberlo hecho”.
Aunque su vida es toda una lección de vida entregada en Jesús, en este pensamiento nos llama a la coherencia de vida: que las palabras responsan a los hechos y los hechos respondan a las palabras. Ojalá fuera así nuestra vida.

En este primer viernes de mes, entreguémonos a Jesús en su Sacratísimo Corazón a imitación de modelo tan ejemplar como lo fue Carlos de Foucauld, al que encomendemos también nuestra propia vida. AMÉN.


Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España



Meditaciones: Virtudes Cardinales

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